Reconozco que me dio miedo. Incluso llegué a tildar de disparate el concierto piloto que el grupo de rock Love of Lesbian celebró en el Palau Sant Jordi de Barcelona el mes pasado ante un aforo de 5.000 personas. "¡Verás la que se va a liar después!", pensé. Pero no. Me equivoqué. Y no saben cuánto me alegro.Según han informado los doctores que se encargaron del cribado mediante un test rápido de antígenos el mismo día del evento, y que han ido haciendo seguimiento de los que asistieron, "solamente seis personas se han infectado de coronavirus -dixerunt-, cuatro de ellas no se contagiaron en el evento, mientras que las otras dos no se sabe dónde lo hicieron".Conclusión: cuando las cosas se hacen bien, salen bien. ¡Mis felicitaciones a los organizadores! Porque no solamente han conseguido demostrar, a incrédulos como yo, que los conciertos masivos pueden ser seguros, sino que también han dejado la puerta abierta para que los municipios de toda España puedan celebrar sus fiestas patronales si actúan con la misma responsabilidad. Empiecen, pues, señores alcaldes a pensar qué eventos se pueden hacer, que son muchos, y cuáles no. De mi pañuelo de fiestas ya me encargo yo.