Gracias a Dios, a la ciencia y a todo el personal sanitario, se ha doblegado al infame virus del covid 19 y la luz al final del túnel cada vez es más brillante y clara. Nuestras personas mayores ya están vacunadas y protegidas como se lo merecen, la vacunación transcurre a velocidad de crucero... Y el calor aprieta haciendo insoportable el uso de la mascarilla en los espacios abiertos. El uso de estos trapuzarras ya es inaguantable. Estamos llenos de pupas y eccemas, resecos y sudorosos y ya no digo nada si necesitamos usar gafas graduadas... En definitiva, insoportable. Al final nos la íbamos a acabar quitando motu proprio a pesar de algún guardia sin capacidad de discernimiento y la consiguiente multa. En esto también hay que anteponer la salud ante las medidas que ya no tienen sentido. Un cordial saludo.