En pleno siglo XXI, la información tiene inmediatez y cuando por la mañana leemos la prensa nos da la sensación de estar leyendo la del día anterior y, de hecho, muchas veces instintivamente comprobamos la fecha del periódico.Hace relativamente poco tiempo, para consultar un documento (habitualmente facturas) registrado en la contabilidad de una empresa, había que comprobar el número del documento en el mayor del proveedor, o del cliente si se trataba de una factura de clientes, y acudir al archivo, donde montones de carpetas custodiaban los papeles, clasificados según el criterio de la persona encargada. Años de historia administrativa. Y costaba bien poco dar con el papel buscado.Hoy, sin embargo, haciendo doble click en el número del documento que buscamos se nos abre en la propia pantalla (mediante un enlace que hemos asociado a dicho número y que nos lleva directamente al fichero que generamos al escanear dicho papel cuando lo contabilizamos). Inmediato. Y fácil. Lo hace cualquiera con los papeles de su casa. Bueno, en todos los sitios excepto en el Ayuntamiento de Pamplona, donde solicitas una factura hoy y, cuando llega el final no de este año sino del siguiente, ya lo has olvidado. Hay que reconocer que no es exclusivo de la entidad que preside Maya.Es una vergüenza que políticos de medio pelo se arroguen la potestad de mostrar o no documentación que es de todos y que debería estar al alcance de un click, no ya del resto de concejales sino de cualquier ciudadano desde su casa. Pero tiene una explicación, no entienden la democracia, por decirlo suave.
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