onocemos Lodosa por sus conservas, donde entre las hortalizas destaca el pimiento del piquillo de Lodosa. La localidad ha ganado prestigo en la elaboración artesana de sus productos, siendo las ristras de pimientos que engalanan los balcones seña de identidad.

En Lodosa, aunque veas una gran iglesia, cuevas en el monte, el acueducto romano y una atractivo embarcadero en el Ebro, hasta que no la recorres y te informas no descubres su encanto.

En la Oficina de Turismo las explicaciones sobre maqueta de una casa-cueva son sugerentes viendo diversas estancias: habitaciones sin luz ni ventana, cocina, granero y cuadra-corral para mulas, cerdo y gallinas en la trasera.

La maqueta y el libro La vivienda troglodita en Lodosa se lo debemos al escultor Jose A. Barquin, que habilitó una de estas casa-cueva.

Actualmente hay 3 visitables, dos de ellas con nevera, consistente en un círculo libre en el tejado para ventilación. Antaño hubo una que almacenaba nieve para después venderla con fines medicinales y refrescos.

A dicha zona llegaba la aguadora, señora que vendía agua por las casas.

Lodosa llegó a tener 200 cuevas, que construían los vecinos en terreno cedido en usufructo por el Ayuntamiento, habitadas hasta los derrumbres de 1960.

Tiempos que en Lodosa había tres núcleos de población, la Peña lugar de las cuevas, el pueblo en sí, y el tercero lo constituía la estación y sus casas, cuyos niños iban a la escuela de Sartaguda atravesando el Ebro en barca. Este río es casi un mar. Un anciano contaba el épico trasporte de una parte del Ebro a otra por medio de sirgas. El Ebro con los romanos era navegable desde Barea hasta Tarragona. El paseo por el parque de Lodosa junto a él, con su sugestivo colorido, es una auténtica gozada.

Localizé un vocabulario de Lodosa donde, entre las palabras y su explicación, he descubierto varias que se mantienen en euskera. Birica chistorra, birika son los pulmones en euskera e intestinos en segunda acepción, birika y txistorra es euskera.

Caparra mucho canso, pero kaparra es la garrapata. Chandrío trastada, txandrio. Charran insulto, txarran/txerran se le dice al diablo en euskera. A concos llevar a un mocete a hombros, kolko euskera, como mandarra. Ojos de micharra ojillos pequeños, mitxarro es el lirón en Araia.

Piparro pimiento del piquillo, interesante palabra. Piperra es el pimiento en euskera y piparro sería euskera con sufijo de proximidad. No aparece en el DRAE ni en diccionarios de euskera sin sufijo. Iribarren cita piper, piparra, piperra guindilla indicando que son voces vascas, pero no cita piparro. Piparro que vemos unido al euskera, dado que el pimiento del piquillo es la seña de identidad local, sería una palabra icónica.

Sira/xira chubasquero, zira es euskera, lo mismo que zaborra y zarandilla lagartija de sugandila.

Es una docena de palabras que se mantienen en euskera, lo cual es un pequeño tesoro.

Creo que puede haber vocablos como muga, ueske mandar a los animales a la izquierda, ueiao a derecha, hamarreko tanto en las cartas, gallur, txara, piperrada, koskola, koske, txori lazo, orzalan auzolan, ondalan cuidar las viñas, abarra.

En castellano la palabra amante con sentido cariñoso es la palabra de uso por antonomasia. Indican que se deja de ser forastero cuando se domina este lenguaje.

El libro de Barquin indica que Lodosa fue zona vascona en la época de Ptolomeo. En Wikipedia leemos sobre Alcanadre, con la que muga, que antes de la era cristiana, Alcanadre, sobre la base de los textos grecolatinos de Estrabón, Tito Livio y Ptolomeo, se situaba en la zona de los vascones. Fue vascón durante siglos y en el siglo V el poeta Prudencio de Calahorra aún habla del Ebro vasco.

Lo anterior contribuye a entender la presencia del euskera en tiempos pretéritos y que queden vocablos, además de recuperarlo en la ikastola Ibaialde. Interesante y hospitalaria localidad a visitar.