No vivimos el mejor momento a consecuencia de un virus que nos obliga a vivir con limitaciones y a las puertas de una Navidad en la que probablemente no podamos disfrutar de nuestra familia, pero será algo menos triste gracias a nuestros txikitos y a la decoración de estos días.Después de muchos años viviendo en Sarriguren es la primera vez que he visto una decoración digna para los vecinos que vivimos en esta urbanización, porque durante años hemos sido abandonados por el Ayuntamiento y hoy he podido disfrutar con mis hijos de un paseo frío y lluvioso pero alegre con su nueva iluminación. Sirva esta carta como agradecimiento al Ayuntamiento del valle de Egüés.