principios de este mes conmemorábamos el día del euskara en todos los territorios vascos, y algunas personas celebrábamos también el día de Navarra; ambos en honor a Francisco de Jaso y Azpilikueta o San Francisco Javier, misionero navarro (nacido en Javier) fundador de la Compañía de Jesús que llevó el vascuence hasta el fin del mundo y del que se afirma que pronunció sus primeras y últimas palabras en euskera, lengua predominante en su familia al ser el santo hijo de padres euskaldunes. Vivió su cuna, infancia, adolescencia y primera juventud en una época en que el viejo reino vascón, hacía poco invadido y sometido por las tropas castellanas, pugnaba por recuperar su independencia, destacando en esa lucha, entre otras familias, la del propio Francisco, sus hermanos y primos, que llegarían a caer prisioneros de Fernando El Católico, y el castillo de Javier, un nido de patriotas navarros.

Por lo general, suelo escribir en euskara, fundamentalmente porque esa es mi lengua natural. Soy capaz de hacerlo también en castellano, y al igual que otras muchas personas de mi alrededor, en inglés y en francés; sin embargo, la redacción en estos idiomas me supone un ejercicio añadido que el euskara no me lo requiere, probablemente porque la manera natural de expresarme es en euskara, tal y como lo ha sido para mucha gente y todavía hoy lo sigue siendo para muchas personas de mi entorno diario.

Escuchaba hace unos días a una persona tudelana, en una tertulia en euskara emitida en un programa de radio; reflexionaba, junto con otras personas de otros orígenes, también navarros, sobre la diversidad socio lingüística de nuestra tierra, y exponía, sintetizando muy mucho su intervención, que está muy bien teorizar en el cómo debiera de ser y visualizar escenarios en condiciones ideales, pero que no debemos perder de vista cuál es la realidad local en este siglo XXI que habitamos, y que, analizado desde distintas vertientes, no se puede negar que Tudela está mucho más cerca de Zaragoza o Logroño que de Iruñea-Pamplona.

Al igual que no se puede negar que Tudela a día de hoy pertenece a la Comunidad Foral de Navarra y como tal el día 3 de diciembre allá es festivo al igual que lo es en otras tantas localidades de la amplia y diversa geografía navarra. Al margen de connotaciones políticas, soy vascona, y como tal utilizaré todos los argumentos científicos y contrastables que tenga a mi alcance para la defensa de la lingua navarrorum. Lo haré, no a modo de reivindicación emocional o afectiva hacia la lengua materna (que, sinceramente, lo consideraría igualmente procedente), sino como gesto de respeto, responsabilidad y consideración para con la tierra que me ha visto nacer y crecer, la sociedad cada vez más global y plural de la que soy partícipe y el mundo que quisiera que nuestros descendientes heredaran de quienes un día decidieron unilateralmente traerlos a este lugar llamado convivencia.

Nafar Ateneoko Euskara eta Euskal Kultura saileko eledeuna