ciertos y chapuzas. En general, el urbanismo en Pamplona ha gozado de un alto nivel de calidad. Yo he seguido su evolución a lo largo de los años y recuerdo leer con satisfacción las memorias que editaba en papel el Área de proyectos estratégicos del Ayuntamiento, hasta que las sustituyeron por ediciones digitales, mucho menos atractivas.

Evidentemente, los aciertos han sido muchos y sería aburrido enumerarlos. Citaré, a modo de ejemplo, la restauración de la Ciudadela y el conjunto de las murallas, el Parque del Arga (aunque este se extiende también fuera de los límites de la capital), o los jardines y arbolado atendidos por igual en todos los barrios. Y otras muchas actuaciones que omito, ya que mi intención es criticar lo que está mal, naturalmente desde mi punto de vista.

Vamos por partes. La rampa de Abejeras/Azpilagaña, una buena y útil idea, si no fuera porque está permanentemente averiada y con los mecánicos trabajando en ella a diario. Y además sometida a menudo al vandalismo. Lo veo desde mi ventana. El miércoles 22, sin ir más lejos, sobre las 24 horas, una bandada de jóvenes evidentemente "muy colocados" que iban hacia Iturrama, pararon el mecanismo de subida, que era el único que funcionaba, y la emprendieron a patadas con los cristales del pasamanos. No sé si la cámara de vigilancia que hay sirve para algo. Lo que sí puedo decir es que en esta zona nunca he visto un agente de la autoridad, y no estaría de más que controlasen un poco, pero a pie, y no pasando sin detenerse en los coches. Lo que está claro es que la rampa funciona mal y nos debe estar costando un dineral en reparaciones sin resultado.

El pavimento de la Plaza del Castillo, árido, desagradable, las losas se rompen con frecuencia, es normal ver operarios reparándolas continuamente. Por no hablar de esas franjas de adoquines tan incómodas que las atraviesan. Y el pésimo diseño de las zonas que se dejaron con césped y un arbolado raquítico.

La pasarela de Labrit, mal hecha, fea, de pésimo resultado y otro pozo sin fondo para las arcas municipales. ¡Y pensar que le dieron un premio! Deberían exigirse responsabilidades y no solo políticas.

Y cerca de ella ¿se han fijado alguna vez en el mamotreto de hormigón que le plantaron a la Plaza de Toros a la izquierda de la puerta principal, creo que a modo de ascensor? ¿Alguien se puso a pensar en su momento en eso que se llama estética?

No quiero dejar de citar como chapuza los innumerables obstáculos que están colocándose por doquier en las calzadas, aunque en aras de un buen fin, como la pacificación del tráfico, deberíamos recordar aquello de que el fin no justifica los medios y pensar que más de un peatón ha tropezado en ellos y ha ido a urgencias. Y no digamos cuando nieva y desaparecen de la vista...

Dejo para el final lo que me temo que va a ser un desastre: la reforma del Paseo de Sarasate, con esa idea absurda de que es una frontera entre barrios, o de querer darle al pavimento la misma altura entre norte y sur. Pero lo peor será que cambien ese precioso pavimento de baldosa hidráulica, típico de Pamplona, que además se encuentra en perfecto estado, soportando ajetreos como el de la Tómbola, por las horribles losas de la Plaza del Castillo que cito más arriba. Y ya sería el colmo que tocasen uno sólo de los magníficos árboles que hay. Miedo me da que se haga caso a urbanistas que conviertan un precioso paseo estilo boulevard francés en una de esas famosas "plazas duras" frías e inhóspitas. Usen el sentido común, abran algún paso más en el lado norte con pequeñas rampas para quien las necesite, mejoren si acaso el diseño de los parterres sin necesidad de cortar árboles, unifiquen acera y calzada en los laterales y, sobre todo dejen el andén central con su pavimento y su diseño actuales.

Y termino, al igual que dije que omitía aciertos, también digo que omito chapuzas, pero ya me he alargado demasiado. Pido disculpas.

No quiero dejar de citar como chapuza los innumerables obstáculos que están colocándose por doquier en las calzadas