En el nauseabundo negocio de la especulación, cualquier circunstancia -buena o mala-, es vista como una maravillosa oportunidad de lucrarse. Y pongo solo un ejemplo actual: con el alza del precio del gas, la gasística rusa Gazprom cuadruplicó sus ya desorbitados beneficios en 2021 vs. 2020.Y es que, según nos quiere hacer creer el prepotente capitalismo, sería el mercado quien determina sus propias dinámicas y reglas; y de entre ellas su santo grial es el axioma que supone la usurera ley de la oferta y la demanda, según la cual, si hay demanda, los precios pueden subir hasta lograr el equilibrio con la oferta. ¿Por qué? Si hay demanda, ganarán dinero vendiendo más, no necesitan subir precios sirviéndose de cualquier excusa.Ahora, aunque genere estanflación, la lacerante guerra acelera el negocio especulador: petróleo, gas, electricidad, ropa, alimentos... el dinero debe volar de nuestros bolsillos al de los especuladores.Son inmorales. Les da igual todo. Solo les importa su dios dinero.