... en el fondo y en la forma...Las guerras traen dolor y odio... y lucrativos negocios a los potentados que nos meten en ellas.Soy pacifista. Exijo la paz incluso cuando se ha dinamitado. Siempre hay que insistir; y ahora, sin desistir en la consecución de la paz, debemos hacer más. El momento histórico que vivimos fuerza a aparcar los ideales y defender al débil frente al matón.Si en un incendio alguien se quema y nos suplica ayuda, ¿gritaríamos "no al fuego" esperando que se apague solo o actuamos? Si los ucranianos han elegido morir de pie a vivir de rodillas, ¿les decimos que se equivocan mientras les llueven bombas? La no violencia, en esta coyuntura, es un delirio. Reconocer el error es bueno, nos humaniza.Quiero la paz, claro; pero me pongo en la piel de mis semejantes, los masacrados. Quien no escucha y ataca es Putin. Ignoro cómo acabará esto, pero la única salida que veo es que su guerra tenga un coste tan alto en Rusia que su pueblo lo derroque; si no, todo puede pasar.