La plaza de los Fueros se construyó en la década de los 70 (1973-1974) para regular el tráfico de la avenida de Zaragoza y de las calles adyacentes que con la desparición del tren Plazaola era primordial.

La plaza es amplia y hermosa, pero tiene una serie de inconvenientes que vamos a describir:

En primer lugar su base tiene un desnivel enormemente pronunciado y no agradable, el banco corrido está algo mejor que el anterior, pero hay que tener cuidado de que las hormigas del césped no te suban por el cogote.

La fuente es inaccesible, fea y antihigiénica. Paret se hubiera puesto colorado al verla.

La salida hacia la calle Abejeras y la avenida de Sancho el Fuerte es como subir al Everest sin oxígeno. La salida hacia la vuelta del Castillo es estrecha y no sabe uno hacia dónde sale, los peatones un poco gruesos tienen que ceder el paso, y no hablemos de los ciclistas.

Podíamos invitarle al señor Moneo que intente subir o bajar una silleta o una silla de ruedas por el sacacorchos de salida a la avenida Galicia. En caso de una emergencia la plaza no tiene entrada para ambulancias ni bomberos ni policía municipal ni nada. Esta plaza sólo sirve, como la plaza de toros, para 8 días de San Fermín. Menos mal que suele emplearse para danzas y deporte rural.

Ahora, en vez de hacer esta plaza más asequible y amable, al ingenioso Sr. Maya se le ha ocurrido gastar un dineral para colocar una bandera en su entorno, dice que para unir a los navarros. Hubiera sido mejor que tuviera la ingeniosa idea de eliminar el monumento a la sangrienta cruzada y colocar en su lugar la bandera de Nabarra, junto con alguna otra, por ejemplo la de Pamplona, para que de verdad sirva de unión para todos los pobladores de esta hermosa tierra que es Nabarra.