¿Cuántas veces hemos tenido que oír a la derecha navarra foral y española repetirnos a los y las abertzales aquello de que nuestras decisiones se toman en Bilbao? ¿Cuántos esfuerzos y argumentación militante interna nos ha costado a la militancia abertzale de Navarra conseguir que nuestras respectivas organizaciones políticas reconozcan que las decisiones de Navarra se toman por la afiliación Navarra y en Navarra?

Todo ese esfuerzo de defensa de Navarra tanto en EH Bildu como en EA ha visto como el torpedo de Eva Blanco le ha golpeado en la línea de flotación.

En primer lugar, resulta muy indignante para toda persona que cree en la honestidad en el hacer político asistir a la represión interna que estamos padeciendo las personas a las que la afiliación nos ha designado para ostentar responsabilidades internas. A ambas, elegidas directamente por la afiliación, una persona afiliada un voto, nos han expulsado del partido de forma bochornosa junto con Maiorga Ramirez quien, recordemos, vio injustamente anulada su candidatura a la Secretaría General a pesar de tener más de 400 avales frente a los 55 de Eva Blanco. En ambos casos, sin la participación de ninguna persona afiliada de Navarra.

Y como la dirección de Eva Blanco sabe que la gran mayoría de la afiliación de Navarra no comulga con sus tesis de disolver EA en un congreso fraudulento (suspendido cautelarmente por sus irregularidades) cambia el sistema de elección de los coordinadoras de Iruñea y Nafarroa de tal forma que ahora ya no es la afiliación de EA en Navarra quien decide, sino que dichos cargos son nombrados en órganos nacionales fuera de Navarra. Es decir, a modo del poncio o gobernador, el mando de Navarra se ordena a pesar de la opinión de los navarros y navarras.

De este modo, la dirección de Eva Blanco nombró a Nerea Gartzia como coordinadora territorial de EA en Navarra (persona a la que no tenemos el gusto de conocer porque hasta el momento no ha participado en ninguna asamblea o acto de EA en Navarra) y, para la Coordinación de EA en Iruñea no ha encontrado afiliado o afiliada alguna que se preste a su cacicada.

La verdad que actuaciones como las de la vicepresidenta del Parlamento de Gasteiz y miembro de la Mesa Nacional de EH Bildu echan por tierra nuestra credibilidad en defensa del “Nafarroak erabaki” y se la pone en bandeja a nuestros adversarios políticos.

Y es que el daño no solo queda en la casa de EA, sino que afecta directamente a la credibilidad de la propia EH Bildu, que tiene en Eva Blanco el antiforalismo que tiene Navarra Suma en Ciudadanos. De hecho, Eva Blanco, de espaldas a la afiliación, ha dejado sin presencia a la afiliación de EA en el órgano encargado de configurar las listas al Parlamento de Navarra, por lo que la propia EH Bildu estará dando por buena la exclusión de la afiliación de EA de Navarra en el ámbito del territorio y consumando la triste realidad de que las decisiones en Navarra se toman sin contar con Navarra.

Pero que nadie se lleve a engaño, las mujeres y hombres de EA Nafarroa estamos firmemente comprometidos en la defensa de la participación democrática y seguiremos trabajando sin descanso por mantener la decencia democrática de nuestro proyecto político. Ni EA ni EH Bildu merecen el triste y antidemocrático espectáculo que están dando Eva Blanco y su camarilla.