El Ayuntamiento de Antsoain realizó una convocatoria en mayo para cubrir la plaza de directora de la escuela infantil, en la que había que saber, además de castellano, euskara (Boletín Oficial de Navarra de 12 de mayo de 2022). En aquella convocatoria la primera prueba, sobre legislación, había que realizarla en castellano. Presentamos un recurso de reposición con tres peticiones:

  1. Que la lengua de la prueba fuera el euskara.
  2. En caso de existir dificultades para encontrar miembros del tribunal que supieran euskara, que la prueba fuera tipo test, en euskara.
  3. En caso de no aceptarse las dos anteriores, que fuera optativo realizar la prueba en euskara, cosa que se puede hacer según la Ley Foral del Euskara (a pesar que siempre supone una ventaja hacer una oposición en castellano, ya que existe mucho más material y más actualizado en castellano).

La Junta de Gobierno Local de Antsoain respondió el 5 de julio: no a todo, la prueba habrá de hacerse en castellano. Peor fue lo que ocurrió en la Universidad Pública de Navarra, también en mayo: se llevó a cabo la oposición para contratar a personal administrativo con perfil de euskara, y todas las preguntas, 50, fueron en castellano. La existencia de puestos bilingües en la Administración no es por capricho; se supone que responden a una estrategia global de recuperación y normalización del euskara. Que las pruebas para dichos puestos se hagan o se puedan hacer en castellano supone una total contradicción. Hego Euskal Herriko Administrazioan ere... azterketak euskaraz!