Como todos los años por estas fechas, la prensa se hace eco del inicio del curso en las escuelas infantiles municipales de Pamplona. Esta vez con la apertura de un nuevo centro, Lezkairu, y la reapertura, después de un curso en obras, de la escuela de Mendebaldea.

A priori la noticia parece redonda, dos escuelas nuevas para empezar el curso, pero la realidad ha sido otra. Como representantes de las trabajadoras y trabajadores creemos que el inicio de curso en estos dos centros ha sido precipitado.

Mendebaldea se ha abierto con la obra inacabada, obreros todavía trabajando y el consiguiente peligro y riesgo de accidente tanto para las trabajadoras como para los niños y niñas; ruido, polvo y suciedad... Estas no son condiciones de iniciar el curso para las familias, pero tampoco para las trabajadoras, que bajo un tremendo estrés han intentado suplir la falta de previsión y ofrecer una entrada lo más digna posible.

¿Quién asume la responsabilidad de un posible accidente mientras obreros siguen trabajando a la vez que niños y niñas están en la escuela?

Lezkairu, una escuela preciosa, que ofrece grandes posibilidades, que inicia el curso con la obra terminada, pero sin medidas extraordinarias para su puesta en marcha: ubicación de mobiliario, ubicación en el centro de todas las trabajadoras, tanto educadoras como auxiliares y cocina, dotación adecuada de material de juego.

¿Quién ha autorizado empezar el curso en estas condiciones? ¿Se hubiera abierto un centro de salud bajo el argumento de que hay enfermos sin el material médico necesario para atenderlos adecuadamente?

La infancia, por h o por b, siempre sale perdiendo. Con estas decisiones se ve claro que, aun hoy, hay quien entiende la calidad de la atención a la infancia y sus familias como la guarda de niños y niñas mientras sus padres y madres trabajan.

Queremos dejar claro que esta pobre visión de la infancia la suplen las profesionales del 0-3 con su responsabilidad, profesionalidad y esfuerzo.

Esta ha sido la realidad del inicio de estas dos escuelas al margen de la noticia y foto de los periódicos, nos quedamos con el envoltorio.

¿Es más importante empezar sea como sea en vez de iniciar el curso en condiciones dignas y seguras para la infancia, las familias y las trabajadoras?

¿Por qué no se ha contemplado otra forma de gestionar este inicio de curso teniendo la mala experiencia previa de Goizeder?

En representación de las Comisiones de Personal del Organismo de Escuelas Infantiles Municipales del Ayuntamiento de Pamplona (a excepción de la delegada de UGT)