El otro día leía en este medio que Comisiones Obreras acusa al Gobierno de Navarra de adjudicar centros de discapacidad a fondos buitre. Lo primero que me viene a la cabeza es la extrañeza de que el dinero público de todos los navarros y navarras se entregue a empresas que ni siquiera tributan aquí. Pero además, tratándose de un recurso para personas con discapacidad, ¿no hay entidades sociales más cercanas a las que se les pueda adjudicar esa gestión? Nos llevamos las manos a la cabeza cuando en Madrid se entregaron viviendas de alquiler social a fondos buitre, y aquí, ¿vamos a mirar para otro lado? Cuando solo buscas una rentabilidad económica te preocupas de costes y gastos la calidad en la atención a las personas pasa siempre a un segundo plano. Sin embargo, cada vez son más las grandes empresas (fondos de inversión) que gestionan residencias y centros, tanto de discapacidad como de tercera edad. Quizás como ciudadanos que en un futuro podamos necesitar estos recursos, deberíamos intentar cambiar las reglas del juego cuanto antes.