El martes fue un buen día para Alberto. Y me alegro de que así fuese, porque cada vez tiene menos de estos y más de los que harían tirar la toalla a cualquiera. Para un Sanferminero de libro y Osasunista desde la época de las piscinas de Osasuna junto al Sadar, que el día del cuarto peldaño de la escalerica su equipo de futbol se clasifique para la final de Copa es ya suficiente motivo de felicidad. Pero que después vaya a celebrar en la Plaza del Castillo en su silla (¿Por qué esperar una señal?¿Por qué llorar en silencio o vivir de rodillas?), que se acerquen a saludarle y le dediquen unos momentos de camino al quiosco Don Jagoba Arrasate (¡¡ que categoría de persona !!) y dos chavales a los que ha estado viendo en las categorías inferiores desde que eran infantiles y que ahora son protagonistas, Aimar y Pablo, dice mucho del tipo de persona que es Txapela y del aprecio que se ha ganado entre mucha gente.

Y volverán los días malos. Algunos en los que la impotencia de no poder hacer muchas cosas por la puñetera ELA le harán estar de mal humor. Algunos en los que notará que cada vez está un poco más torpe de movimientos. Algunos en los que la dificultad de comer o beber será mayor.....Pero sabe que tiene garantizados en el próximo mes, al menos, dos días muy buenos: El que sus amigos le estamos preparando en Subiza el próximo 22 de abril (el rock, otra de sus pasiones) y, por supuesto, el que acontecerá en Sevilla el 6 de mayo (después del quinto peldaño) y que le hará volver a disfrutar con su equipo del alma. Y esto se redondearía un poco más si los políticos que lo tengan en su mano desbloqueasen de una vez la ley ELA que ellos mismos aprobaron hace más de un año (aunque mucho me temo que con ese día bueno no debemos contar de momento). En fin, vamos a confiar en seguir teniendo días buenos todos los días. Aupa Osasuna.

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Osasuna celebra en la plaza del Castillo el pase a la final de Copa del rey en Sevilla Unai Beroiz / CA Osasuna