Han pasado ya 25 años desde que un 13 de marzo de 1998, el Ayuntamiento de Pamplona firmase contrato con 22 personas para iniciar el Servicio de Atención a Domicilio (SAD), ampliándolo en julio con 13 personas más. Se nos llamó trabajadoras familiares.

En un principio el contrato era para un año y las plazas entrarían en Oferta Pública de Empleo (OPE), pero nada hacía pensar los vaivenes que este servicio iba a soportar a lo largo de los años, consecuencia siempre de los criterios de los políticos que estuviesen en el poder.

Ese 13 de marzo de 1998 el Ayuntamiento de Pamplona estaba gobernado por un cuatripartito. Nunca más se habló de OPE y diez años más tarde, en 2008, con los pactos entre PSN /UPN, este servicio pasó a una empresa pública creada exprofeso para ello con capital 100% municipal.

Con Bildu, Geroa Bai, Izquierda Unida y Aranzandi en el poder y después de otros diez años, en 2017, pasamos a ser personal del Ayuntamiento, municipalizando todo el servicio (empresa pública y privada) y ya hablamos de 160 trabajadoras.

Cuatro años más tarde, en 2021, con UPN en el equipo de gobierno y nuevo pacto con PSN, deciden crear otra empresa pública con capital 100% municipal y las trabajadoras dejan de estar en la plantilla del Ayuntamiento, incumpliendo el convenio, como así lo ha dictaminado el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, y un año más tarde, en 2022, el servicio de nuevo vuelve al Ayuntamiento, pero UPN decide mantener la empresa pública para gestionar las sustituciones de personal.

En este ir y venir hemos ido perdiendo continuamente, condiciones en la organización del servicio, dinero gastado en demandas y abogados y viendo como el servicio se iba desvirtuando a cada paso.

Ahora que hemos vuelto, lo hacemos para quedarnos pese a que el Ayuntamiento tiene interpuesta una demanda en el Tribunal Supremo desde julio del año pasado en espera de que se le admita o no. Sería deseable que quien saliera vencedor de las elecciones municipales de mayo deje de jugar con un servicio esencial como es la atención domiciliaria y se ponga a trabajar sobre como debe funcionar dentro del Ayuntamiento, asumiendo más competencias y dando mayor calidad. 

Tras 25 años de servicio y, a pesar de ser una fecha tan señalada, nadie del Ayuntamiento se ha hecho eco de este cumpleaños. No tienen nada que celebrar. Se les ha debido de olvidar, aunque siempre nos tienen en su pensamiento para ver cómo privatizar de una vez por todas el Servicio de Atención a Domicilio. No les dejaremos.

*Lourdes Cantero, Blanca Elizaga, Ana Montávez y Magda Saavedra, trabajadoras del SAD del Ayuntamiento de Pamplona