Las trabajadoras familiares aparecen semidesnudas en un Pleno en Bilbao en señal de protesta, las trabajadoras familiares duermen en tiendas de campaña en Madrid en señal de protesta, las trabajadoras familiares de Asturias en huelga en señal de protesta, las trabajadoras familiares de Terrassa con movilizaciones en señal de protesta, las trabajadoras familiares de Pamplona en paros, manifestaciones y demandando en los juzgados al Ayuntamiento en señal de protesta…

¿Qué está pasando con las trabajadoras familiares? ¿A qué se debe tanta protesta? ¿Qué están haciendo los Ayuntamientos con estos servicios?

Somos un colectivo de trabajadoras casi en su integridad formado por mujeres; con sueldos bajos, en precario en muchos casos; sin posibilidades de segunda actividad o reubicación, trabajando lo mismo a los 40 años que a los 65; expuestas a lesiones continuamente porque muchas veces los puestos de trabajo (domicilios) no están adecuados a la atención; con lesiones musculoesqueléticas que hacen que a los 60 años y, antes, tengamos lesiones permanentes que nos obligan a ir a trabajar con fajas, bastones y medicándonos para aliviar el dolor.

Somos un servicio esencial, muchas de nosotras técnicas de atención a la dependencia, atendemos a toda la población sin distinción de condición social, de raza, de credo… 

¿Qué hacen mientras los Ayuntamientos? Externalizar el servicio dejándolo en manos de empresas a las que pagan un dinero para que lo gestionen y al final, quienes pagamos las consecuencias de salarios bajos y condiciones precarias somos las trabajadoras familiares.

Podemos afirmar que a los ayuntamientos y empresas que gestionan los servicios de atención a domicilio no les importan ni los usuarios ni las trabajadoras de los mismos… Señores políticos, ¿cuándo se les va a meter en la cabeza que unos servicios sociales no pueden ser rentables? y que ¡basta ya! de decir que somos unos colectivos muy caros.

Si su preocupación es la buena gestión del dinero público, exigimos que redunde en beneficio de la ciudadanía, con profesionales reconocidas y cuidadas y apliquen unas políticas preventivas que posibiliten el mantenimiento de la salud de las trabajadoras familiares. 

*Trabajadoras familiares del Servicio Atención Domiciliaria del Ayuntamiento de Pamplona