A dos días de las elecciones municipales le recuerdo con el debido respeto que todavía no ha respondido a ninguna de las tres instancias que me he permitido enviarle a lo largo de los últimos meses para hablar con usted. Tampoco me han respondido a los correos electrónicos que he enviado a su grupo en el Ayuntamiento ni al enviado a la sede de su partido para que le notificaran al respecto.

Señor Maya, en su momento entendí que su labor era trabajar para atender a sus conciudadanos. ¿Acaso me confundí al invertir los términos de aquel compromiso?

Si mi interpretación no fue la correcta, le pido disculpas por el error.