Había pensado enviarte unas letras de admiración por ser capaz de soportar este régimen carcelario y de injusticia, pero me domina la indignación ante las imágenes en las que aparece el tosco ministro de Justicia de Polonia tratando inútilmente de justificar tu situación procesal, junto con la risa floja del cursi ministro de Asuntos Exteriores, Albares, que miente sobre tu situación legal afirmando que estás protegido por los servicios consulares españoles. No es lo que se nos dijo en el homenaje en el que te recordamos en la EHU.

Resulta humillante el modo de informar del polaco, pues se refería a ti despectivamente, pues llevas 15 meses en el limbo judicial sin informar de qué se te acusa y explicando tu  futuro sin ningún respeto. Ello en un país miembro de la UE ante la actitud servil de Albares que hace de clown. Este ralea de políticos son capaces de provocar una guerra nuclear en Europa por motivos  triviales, aunque ello provoque muerte y destrucción en las poblaciones en guerra y destrucción sólo para eliminar armamento obsoleto y activar los negocios de la reconstrucción de las infraestructuras destruidas. Las víctimas son sólo estadísticas y la información la filtran unos servicios de prensa como un elemento más de la estrategia de la guerra.

Quizá esa sea la razón de tu situación actual, como periodista ruso te acusan de espía para pudrirte aislado en la cárcel por investigar la verdad y difundirla, pues la información de guerra viene a interferir en los planes conjuntos de la OTAN, multinacional de la guerra, junto a la UE, el consorcio económico financiero que controlan la geoestrategia mundial. Es sospechosa la urgencia y el agobio informativo sobre el fenómeno del cambio climático porque va a suponer la salvación del sistema capitalista en crisis. Pero no tienen ninguna prisa en negociar un final de la guerra porque la OTAN quiere renovar los arsenales y que se inicie la fase de reconstrucción. Quizá esa sea la razón para silenciarte porque como periodista resultas un testigo incómodo.