En la sociedad en la que nos ha tocado vivir, que podría ser otra, sin ninguna duda, si un dictador como Francisco Franco no hubiera ganado con la ayuda de los nazis y fascistas el poder a pura fuerza, y haber dejado todo atado y bien atado con jueces, policías y políticos que lo adoraban, la información dejada en manos del dinero más brutal, del facherío, es la que quiere mandar en todo y para todo, aplicando la tan célebre teoría del liberalismo, donde priva el beneficio sobre todas las cosas. Otra es la publicidad. Y parece ser que todo vale si lo que consigues es un voto, aunque en la realidad haces lo contrario a lo que dices, pero antes debes explicar por qué. El problema es cuándo y cómo se utiliza. Se revuelven las tripas cuando gente como Santos Cerdán, navarro del Partido Socialista, escribe en los periódicos pidiendo el voto para el PSOE pocos días después de haber puesto, impuesto, la alcaldesa de Pamplona desde Madrid. La alcaldesa es del partido UPN, que apoya al PP, la derecha pegada a la ultraderecha. ¿Por qué? ¿Política bastarda? ¿Precio? Resultado: su España cañí, chulapa, Una, Grande y Libre. Al tiempo.