Lamentablemente las quejas suelen opacar los elogios en el servicio público. Y más aún si se trata de una empresa pública. Pues bien, al César lo que es del César.

Esta es la historia de cómo gracias a la impagable labor de un técnico y una técnica de la empresa pública Nasuvinsa en Tierra Estella -Borja San Martín y Uxua Domblás-, una pequeña comunidad de vecinos de un municipio de los catalogados en riesgo intenso de despoblación en Navarra (Cirauqui / Zirauki) hemos tenido la osadía de aspirar a los fondos europeos y los de Gobierno de Navarra para la rehabilitación energética de “esta nuestra comunidad”.

Para empezar, esto de los fondos europeos es como admirar el Everest y pensar “qué impresionante tiene que ser subir allí arriba, pero eso es para unos pocos privilegiados”. Y lo más lógico es que lo dejes ahí. Porque en el hipotético caso de llegar a planteártelo… ¿de qué va esto de la rehabilitación energética? ¿Y los fondos europeos? ¿Y las subvenciones de Gobierno de Navarra? ¿Los pueblos pequeños también entran o es solo para las ciudades? ¿Dónde pregunto? ¿Me van a tener de ventanilla en ventanilla? ¿Cumplo los requisitos? ¿Dónde y cómo se tramita todo? ¿Me estaré dejando algo por el camino? ¿Y los plazos? ¿Cuánto me cuesta la obra? ¿Cuánto me subvencionarían? Y así un profundo mar de dudas.

Pero aquí es cuando te enteras de que el Gobierno de Navarra, a través de Nasuvinsa, tiene un programa específico (con el bonito nombre de Elena-Primavera) para asesorar técnicamente y acompañar a los municipios con los proyectos de rehabilitación energética. En otras palabras, ponen a disposición de los osados expedicionarios un equipo de cualificados sherpas que te guían en cada paso. Te abren camino, te informan, te aclaran cada mínima duda, te asesoran, te recomiendan, consultan con proveedores y técnicos, median con la Administración, te generan total confianza, te facilitan todo. Todo. De principio a fin. Ah, y sin coste. Gratis. Sin pagar un duro. No estamos acostumbrados a que nos pongan las cosas fáciles (¡y mucho menos en la Administración!), pero este programa, personificado en Borja San Martín y Uxua Domblás, es fiel ejemplo de un servicio público eficaz y comprometido con las personas. “Solo” poder optar a que entre Gobierno de Navarra y los fondos europeos cubran el 50% de la obra sería digno de agradecer. Pero lo realmente invaluable es que te hagan tan fácil un proceso tan complicado. Por ello, gracias a quien en Gobierno de Navarra apostó por poner en marcha este programa de acompañamiento. Gracias a Nasuvinsa por hacerlo realidad. Y muy especial y sinceramente, gracias a Borja y Uxua. Sobre todo, a ti, Borja. Por tu paciencia infinita y buen hacer. ¡De vuestra mano haremos cima seguro!