El pasado día 1 de agosto, cuando me encontraba dando mi paseo mañanero, bajando a la Txantrea, en el Portal de Francia me sentí mal y terminé con un desvanecimiento caída en el suelo. Me atendieron dos jóvenes y me llevaron al centro de salud en la parte antigua. Allí, tras una primera valoración, consideraron mejor llevarme al hospital.

Desde estas líneas quiero agradecer a todas las personas que en esos difíciles momentos me ayudaron. A las chicas, a todas las profesionales, tanto en el centro de salud como en el hospital, la atención y cariño que me mostraron. Gracias.

Ahora que ya me encuentro en casa, también quiero agradecer a todas mis vecinas, a mis amigas y, en especial, a mis hijos, que hacen que me sienta muy acompañada. Siempre he pensado que hay mucha gente buena por el mundo que pasa desapercibida. Estas personas son las que ayudan a que la vida sea más fácil y un poco más feliz. Para todas mi agradecimiento.