Estamos en un momento muy delicado para la convivencia, donde la clase política adolece de calidad humana y los principios y la ética dejan mucho que desear.

Cuanto más tarde se afronte la diversidad de los distintos pueblos y culturas del Estado español, será mucho peor.

Hay que actuar con prontitud; la solución al enfrentamiento territorial pasa por la foralidad y nunca por el centralismo, ya sea de Madrid, Barcelona, Bilbao, etcétera.

La libertad de los pueblos se construye desde abajo y desde el respeto a sus culturas, sus lenguas sus tradiciones y su idiosincrasia. Tenemos que ser capaces de respetarlo y admitirlo como una gran riqueza y saber convivir con ello.

De lo contrario vamos a unos enfrentamientos y consecuentemente a un oscuro desastre. Y en esos enfrentamientos perdemos todos (los de siempre) si no somos capaces de trabajar por la reconciliación.

Para superar estos problemas, es muy posible que el federalismo sea la mejor vía. Pero hace falta algo más:

No es entendible que se tape con la alfombra roja la corrupción generalizada de ciertos partidos políticos, especialmente los mayoritarios que se alternan en el poder y a los que, por desgracia se les vota mayoritariamente.

Los votos son importantes, pero como dijo un líder carlista, la democracia no consiste en votar sino en participar con honradez; hace falta mucha ética.

No quiero olvidar un crimen de Estado que se produjo hace años en nuestra tierra, reconocido y denunciado por el Parlamento de Navarra pero que, sin embargo, ni avanza ni se cumplen los acuerdos. Me estoy refiriendo a Montejurra-76. Un crimen realizado por las cloacas del Estado español, de la monarquía franquista.

Para creer en la democracia es necesario reconocerlo y cerrar así las heridas producidas que siguen abiertas.

Desde el Partido Carlista, pedimos al Parlamento de Navarra que cumpla los acuerdos tomados. También queremos recordar algo que algunos parece que quieren olvidar: que luchamos contra la dictadura desde el primer momento del franquismo y estuvimos más tarde, junto al resto de la oposición, implicados en la lucha por las libertades, el federalismo el socialismo y la autogestión.

*El autor es secretario General del Partido Carlista