Hay momentos en la vida que se convierten en definitivos y definitorios, a veces cuando estamos inmersos en esos cambios no somos conscientes de lo que suponen, otras veces percibimos que esa vivencia, ese momento cambiará nuestras vidas para siempre, aunque no tengamos claro en qué dirección. Personalmente me encuentro en ese momento, he cubierto algunas etapas que nunca pensé alcanzar y conseguido algunas cosas que no creía posibles.

Sé que nunca hubiera llegado donde he llegado (ni siquiera me lo planteaba) si no hubiese sido por el apoyo incondicional de mi familia, de unos amigos animosos y generosos, de unas compañeras y compañeros de trabajo siempre dispuestos a ayudar. He tenido y tengo la suerte de contar con personas que incluso sin entender qué hago y por qué me han apoyado y a las que siempre he sentido a mi lado. Contar con los apoyos necesarios con la confianza y la seguridad que te da un entorno amable y respetuoso, permite avanzar aunque no siempre sea en la dirección que imaginamos.

Creo que en este momento estamos inmersos como sociedad en ese momento de cambio, la tecnología, la inteligencia artificial, la educación, la sanidad, el feminismo, la ecología, todos estos procesos y muchos otros, y la interdependencia entre ellos, nos están afectando y modificando nuestras percepciones y nuestra realidad a un ritmo mayor del que quizá podemos asumir, pero me temo que estos cambios son irreversibles y sería deseable que, quienes tienen capacidad de decisión, pudiesen tener la visión y generosidad suficiente para construir juntos sobre bases estables y seguras pensando a largo plazo y en el conjunto de la sociedad. 

Se pueden encontrar puntos de encuentro, se puede llegar a acuerdos con generosidad. ¿Es posible llegar a acuerdos que beneficien al mayor número posible de personas, especialmente a quienes más dificultades tienen? ¿Es posible que quien gobierne, sea del color político que sea, tome decisiones pensando en el conjunto antes que en el interés particular? El apoyo del entorno y de las instituciones hace que se logren cosas que, aunque pequeñas, para algunos de nosotros serían imposibles de conseguir.  

Sigo creyendo y confiando en las personas, sin quienes están junto a mí nunca hubiera tan siquiera soñado que en este momento estuviera donde estoy. Todos necesitamos apoyos para afrontar los retos, como individuos y como sociedad.