Síguenos en redes sociales:

Yo era ateo... pero ahora creo

Yo era ateo... pero ahora creoEFE

Creo en las matronas del CHN (Complejo Hospitalario de Navarra), mis nuevas diosas. 

En una tierra hostil, llena de mujeres en cama, con esfínteres abiertos, vulvas o tripas con puntos, tetas ingurgitadas, pezones agrietados, botes de plástico colgando a lo Madonna, ruido de sacaleches, llantos nerviosos de madres primerizas, parejas exhaustas y pérdida de dignidad total, te encuentras a estas diosas que te hacen volver a confiar en el género humano, otra vez. 

Sabiduría, generosidad y dedicación absolutas. Algunas con una juventud insultante y otras, que sin ni siquiera ser madres, ya son diosas de la maternidad y la lactancia. Dan (a) luz a toda esa mezcla oscura de hormonas, lloros de gato, insomnio, noches en vela y dolor (dolor agudo de útero, pechos y vaginas abiertas).

En este escenario dantesco se da la paradoja de que a algunas madres puérperas nos dan el alta a las 24 horas (medida que se instauró en la pandemia, y se ha mantenido hasta ahora). Esta decisión ginecológica se toma en base sólo al útero y vagina. Parece que los pechos y la lactancia no deben de ser parte de la madre. Pero nuestros bebés, en cambio, quedan ingresados por decisión de la pediatra (por ictericia del bebé, madre con positivo en estreptococo, etcétera, etcétera).

Y aquí comienza la fiesta. Comida de adulta con nombre del bebé. Auxiliares que no tienen tiempo de cambiar la cama (manchada de sangre) de una madre que, en teoría, no está ingresada. Medicinas indicadas a la madre y negadas por protocolo, aunque al final alguien te trae por humanidad, pero de forma clandestina. 

En conclusión, la mitad de personas ingresadas sobre el papel (contando con la mitad de recursos), pero el doble de pacientes reales.

Este caos sólo se contrarresta gracias a la vocación y disposición del equipo de auxiliares y enfermeras que forman parte de la Primera Maternal, lideradas por mis diosas matronas. Tenemos que hacer algo porque se están agotando y motivos tienen, de sobra. 

En estos tiempos de populismo y avance de la ultraderecha, propongo que se cree el Partido Político de las Matronas. Creo que supondría un gran avance para Iruña, Nafarroa y en general para el mundo entero.

*Madre de Ilune