Hay personas que sin hacer mucho ruido, y sin ser conscientes de ello, nos dejan lecciones para no olvidar. Lo triste es que casi siempre nos damos cuenta cuando ya no están. Es el caso de Javier Subiza, alias Pistón (Kukin). Hace un año aproximadamente dejamos de escuchar su metrónomo pulmonar. El 11 de octubre del año 2022 se hizo el silencio. Un silencio tan necesario en la música como innecesario en la vida.

Pistón cantaba en la Coral de Etxarri Aranaz, pero vivía en Lumbier. Asistía a 2 ensayos semanales (90 kms. de ida y 90 kms. de vuelta). Daban igual los kilómetros, la meteorología, gastos de coche, su enfermedad…, pocas veces faltó a los ensayos. Él amaba la música, sobre todo la música coral. Era su vida, su pasión. Y, según nos dijo, cantar en la coral de Etxarri era uno de sus sueños. Lo cumplió. Esa lección nos dejó: que luches por tus sueños y pasiones, aunque encuentres adversidades por el camino.

Lo conocimos como nota extraña, pero en 2 compases ya era parte del acorde. ¿El final? Muy típico de él. Cadencia rota y un profundo silencio. Un silencio tan necesario en la música como innecesario en la vida.

*Su vecino musical