Según la oficina de estadística de la Unión Europea, Eurostat, la población octogenaria y centenaria en Europa está aumentando significativamente. En 2023 había 28,9 millones de personas de 80 años o más en Europa, lo que representa el 10,7% de la población total. Este número se espera que aumente a 43,4 millones en 2050, lo que representa el 17,4% de la población total. Este incremento se debe a una combinación de factores, entre los que se incluyen: la mejora de los estándares de vida, la atención sanitaria y la nutrición. Los avances en la medicina, que han contribuido a prolongar la vida humana.

El descenso de la fecundidad, que está provocando un envejecimiento de la población. En 2023, las mujeres representan la mayoría de la población octogenaria y centenaria en Europa, con un 55% de octogenarias y un 70% de centenarias. El envejecimiento de la población en Europa tendrá implicaciones significativas para el continente, tanto en términos sociales como económicos. En concreto, el envejecimiento de la población podría suponer una mayor demanda de servicios sanitarios y sociales, así como un aumento de la presión sobre el sistema de pensiones. Los gobiernos europeos han comenzado a tomar medidas para hacer frente a los retos derivados del envejecimiento de la población. En concreto, la Comisión Europea ha publicado una estrategia para el envejecimiento activo y saludable, así como promover la participación de las personas mayores en la sociedad. En España, según un estudio publicado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en octubre de 2023, el número de octogenarios y centenarios ha aumentado significativamente en los últimos años.

En concreto, el número de octogenarios ha aumentado un 35% entre 2006 y 2023, mientras que el número de centenarios ha aumentado un 50%. Las mujeres representan la mayoría de ambos grupos, con un 68% de octogenarias y un 83% de centenarias. En este estudio, se encontró que la salud de estos grupos está mejorando. Los centenarios, en particular, tienen una menor prevalencia de enfermedades crónicas y una menor necesidad de tratamiento, así como una menor utilización de servicios sanitarios tanto de atención primaria como hospitalaria. Nos aventuramos a un futuro muy distinto al pasado, donde la economía plateada relacionada en las personas con canas cada vez va a tener una significación mayor en el PIB.