La noticia de la capa de invisibilidad desarrollada por científicos de Berkeley me ha sorprendido e inquietado profundamente. La idea de volverse invisible suena fascinante, casi como sacada de una película, pero temo las posibles implicaciones, especialmente en seguridad y privacidad.

La línea entre fantasía y realidad se está desvaneciendo, y los avances científicos pueden convertirse en amenazas. De hecho, en la misma presentación, mencionaron que, dentro de unos años, todos tendremos una capa de invisibilidad en el armario, lo cual añade un toque surrealista y plantea interrogantes sobre cómo manejaríamos tal tecnología y sus impactos en nuestra vida cotidiana.