Hace más de 5 años nos cambiamos de domicilio en Pamplona, solicitamos el cambio al centro de salud de San Juan (aunque nos correspondía Iturrama) y nos aceptaron. 

Mi hija ha cumplido 15 años y, por tanto, cambia de pediatría a médico de familia. Aprovechando el cambio se ha modificado su asignación automáticamente desde el centro de salud de San Juan al de Iturrama. Para solicitar el reingreso al centro de San Juan presentamos dos instancias al director describiendo el caso. Las respuestas han sido escuetas y frías: “que le corresponde el centro de salud de Iturrama y que nada se puede hacer”. El siguiente paso para reclamar es la Gerencia de Atención Primaria. Obedientemente recopilamos toda la información, redactamos y presentamos la correspondiente reclamación, y nos indicaron que, al ser una zona contigua, debemos solicitarlo directamente al director del centro de salud (que ya nos ha rechazado dos veces) y el médico debe aceptarlo… De nuevo otra gran sorpresa, ya que la negativa esta vez es por exceso de cupo de nuestro médico de familia.

El médico de familia se llama así porque atiende a toda la familia, pueden diagnosticar con más certeza. La solicitud de reingreso es razonable, lógica y debiera ser aceptada nada más conocer el caso, no es aceptable haber tenido que llegar a este punto. Hemos empleado tiempo y esfuerzo en solucionar esta situación: dos instancias, una reclamación y seguimos, no igual, sino peor, ya que la indignación va aumentando. Los centros de salud están masificados pero cualquier excusa no debiera ser válida para deshacerse de pacientes. 

Con esta maniobra, el centro de San Juan se ha librado de una paciente, mi hija ya es problema de otro centro de salud. Me parece irracional, egoísta, con absoluta falta de empatía, el desinterés en resolver esta situación de forma sencilla, tanto del centro de salud, como de la Gerencia de Atención Primaria.