Soy una de las 65 TCAE de Osasunbidea que procesó al Gobierno de Navarra por el reconocimiento para el colectivo al que pertenezco de la carrera profesional. Algo que se nos ha denegado durante tres décadas. Y voilà! Los tribunales nos han dado la razón. El TSJN ha fallado en nuestro favor, por la constante y evidente discriminación a la que hemos sido sometidos durante todo este tiempo.

¿Es casualidad que seamos un colectivo mayormente femenino? Pues pienso que no, sino que creo que es causalidad. Que no se nos considera profesionales, que se nos mira como a cuidadoras, madres, protectoras, limpiadoras, facilitadoras, acompañantes, bondadosas y un sinfín de roles propiamente femeninos de los que estamos más que saturadas.

Asimismo, seguimos luchando por la subida de nivel. Algo que se les concedió arbitrariamente y de lo que me alegro en 2018 a todo el personal auxiliar administrativo, que pasó al nivel C y personal celador, encuadrándolos en el nivel D (nivel en el que estamos actualmente el personal TCAE). Necesitando como requisitos el título ESO o Graduado Escolar para los primeros y Certificado de Escolaridad para los segundos.

Los/las TCAE hemos estudiado una FP de dos años para la obtención del título de grado medio, requisito indispensable para poder ejercer nuestra profesión en todo ámbito de la salud pública. Cada procedimiento y cada trabajo que realizamos tiene su técnica específica, nada es arbitrario ni improvisado, desde un aseo a una persona encamada, hasta la limpieza del material para esterilización, pasando por una alimentación enteral, etcétera.

Reitero la discriminación sexista: celadores: personal masculino en su mayoría. TCAE: personal femenino en su mayoría.

¿Acaso se sigue pensando que el salario de una mujer es el secundario en un hogar y el del hombre el principal? ¿Nos tendremos que volver a ver en los tribunales?

Nos falta mucho para la igualdad en esta nuestra sociedad navarra. Ahí lo dejo. 

¡TCAE nivel C ya!