Nadie puede dudar de la importancia del sector primario en el desarrollo de un territorio, y mucho menos ¡un sindicato agrario! Todos sabemos que después de recolectar el brócoli viene la industria transformadora, congeladora, envasadora y la que le pone el lazo. Se monta en un camión y hace muchos kilómetros (¡qué cosa, en ese momento la huella de carbono no parece importar mucho a nadie!) para llegar a un almacén... a otra furgoneta de reparto... a la estantería de una tienda... a un carrito y a un hogar. Je je, y el que menos ha ganado con diferencia... es el que sembró, abonó, regó, cuidó y recolectó. Ahora os habrá venido a la cabeza... la Ley de la Cadena Alimentaria. Una ley que seguro habrá costado mucho tiempo y más dinero crear, que no se cumple y que, como siempre... aqui no pasa nada. Es decir, los grandes poderes económicos cada vez más y los demás divididos y cada uno como pueda. La ley de la cadena alimentaria en este caso... es solo un ejemplo, hay muchas más cosas para mejorar. Un sindicato es una asociación de trabajadores para la defensa y promoción de sus intereses. ¿Donde estábais el sábado día 13 de abril a las 18 horas? Los ganaderos y agricultores, al igual que otras muchas personas, no venimos ni a entorpecer, ni a molestar, ni a apartar a nadie. Solamente venimos a poner nuestro granito de arena en la mejora de nuestra actividad y lo hemos dicho por activa y por pasiva en cada uno de los momentos en los que hemos tenido ocasión. Vamos a continuar trabajando: dar a conocer a la población en general y a la Administración e instituciones que quieran trabajar por el sector primario cuáles son las reivindicaciones y variables a mejorar en nuestro día a día. No vamos a cesar, no vamos a parar. Venimos a sumar, a mejorar y a buscar soluciones. ¡Hasta cuando queráis! No me gustaría terminar sin recordar a la población en general que sin su apoyo, es decir, un consumo responsable, local, de calidad, nunca podremos ser lo que económicamente no se sostiene. Y que no nos engañen porque los granitos de arena hacen montañas. Aunque parece que estemos lejos, sin nosotros el brócoli no llega.