Gracias por vuestra solidaridad, empatía y acción social. Gracias por no dejarme en la calle sin empleo y sin dinero a mis 65 años y hacer todo lo (im)posible para gestionar mi reincorporación a la empresa. De jubilarme, lo peor que llevaba era el no veros, el no volver a formar parte de ese equipo que tenemos en Buztintxuri. Bueno, ahora puedo ver por qué era. Tras el error cometido por la Seguridad Social cuando me dijeron que podía jubilarme y que pidiera la baja por jubilación (baja voluntaria) que todo estaba bien y, al final, sorpresa, me quedé en la calle sin mis dos puestos de trabajo con los que llegaba justamente a las 8 horas. 

De las dos empresas en las que estaba, fuisteis vosotras quienes reaccionasteis, quienes, viendo la injusticia, me valorasteis, me apoyasteis y me quisisteis, siempre preocupadas. Vosotras sí, Mariví, Uxua, Maitane, Iñaki, Ausolan, gracias. 

Sigo sintiéndome desgarrada con la injusticia que se ha cometido, las consecuencias del error que cometieron todavía no las conozco bien, pero me alegra tener alrededor personas como vosotras: valientes, alegres y en búsqueda de la justicia social. Lo más fácil para vosotras hubiera sido no hacer nada por mí, esto os daba más trabajo (es lo que hizo la otra empresa), en cambio, luchasteis por mí y es por ello que siempre os estaré agradecida. Son por los actos por quienes cuando no estemos seremos conocidos, vosotras, en mi corazón, y estoy segura que en muchos otros, siempre seréis (re)conocidas. Gracias.