Hace unos años empecé a montar a caballo y estoy muy cansada de que todo el mundo al que le hablo sobre mi deporte me conteste cosas como: “El caballo acarrea todo el trabajo”, “No hace falta saber manejarlo si este lo hace todo”, “Pero si la hípica no es un deporte” y muchos más comentarios de este estilo.

Me parece muy injusto lo infravalorado que está. Lo que la gente no entiende es la conexión emocional y el vínculo que estableces con un animal como este, y que no se nos olvide que los caballos son seres vivos que expresan, empatizan y sobre todo que sienten, sienten mucho más de lo que pensamos.

Si tú no tienes un buen día o estás enfadado, irritado, el caballo seguramente notará cualquier mínimo detalle porque tu estado de ánimo está reflejado en él. Si tú pides las cosas correctamente su respuesta será recíproca, y si por algún casual el caballo no ha sido capaz de realizar el ejercicio, no le culpes porque él también comete errores como tú y como yo. Así que si no estás preparado para entender todo esto mejor no te subas encima de un caballo porque la hípica sí, sí es un deporte.