Somos dos familias residentes en Zabaldika e Irotz respectivamente, con hijos pequeños. Cuando decidimos mudarnos a estos pueblos teníamos la garantía de que a nuestros hijos les tocaba plaza en el colegio público de Huarte, siendo beneficiarios del derecho a beca de transporte y comedor. Huarte está a 4,4 km de distancia de Irotz y Zabaldika.

El problema surge cuando nacen nuestras hijas pequeñas, son tres. Educación toma la decisión de reordenar el mapa escolar y nos informa de que a nuestras hijas les corresponde el colegio de Zubiri, municipio que se encuentra a 10,6 km de nuestras casas. Nos obligan a separar a las niñas pequeñas de sus hermanos o, para que sigan juntos en Huarte, a renunciar a la beca de transporte y comedor.

Por supuesto, decidimos no separar a los hermanos, sería una locura desde el punto de vista emocional para los niños y logístico para las familias.

Ahora el servicio de transporte recoge a dos niños todos los días, pero dos niñas se quedan sin poder montarse con sus hermanos… (de momento nos dejan montar a una de las tres, por plaza libre… increíble). También uno de los hermanos se queda al servicio de comedor, pero sus dos hermanas no, por no poder cubrir el coste que supone.

Desde entonces nos hemos encontrado con la falta de empatía por parte de la administración, a quien parece no importar que dos hermanos tengan distintos derechos o hagan a unas niñas tener que recorrer 10 km por una carretera concurrida en vez de 4 km.

Desde el Defensor del Pueblo tenemos un informe favorable de nuestro caso, pero parece que a Educación poco le importa lo que diga un organismo tan relevante como el Defensor del Pueblo de Navarra.

Ya sólo nos queda entonces interponer una denuncia al Departamento de Educación, ¡qué triste!

El autor es trabajador social de la Fundación Xilema