“Aumentar las políticas sociales que contribuyen al bienestar de la ciudadanía”.
El titular de esta carta al director está entresacado del documento de María Chivite e Imanol Pradales publicado en DIARIO DE NOTICIAS el domingo 22 de septiembre de 2024.
Quiero contar un caso personal que, en mi opinión, contradice semejante afirmación.
Mi padre, de 90 años, operado de cáncer de recto y del corazón -con insuficiencia cardíaca permanente y movilidad reducida-, cuenta con la ayuda de una cuidadora durante 5 horas de lunes a viernes para las tareas de aseo, limpieza de la casa y paseo, entre otras. Por las tardes y los fines de semana cubrimos estas labores sus familiares con toda la problemática que ello supone de conciliación laboral y familiar. Su pensión es inferior a los 900 euros y durante toda su vida laboral ha sido carpintero-ebanista. Recientemente fue valorado por la Agencia Navarra de la Dependencia y obtuvo 7,30 puntos cuando el mínimo para conseguir algún grado de dependencia son 20 puntos. Por lo tanto, con 90 años y con una situación física, emocional y económica vulnerable no va a recibir ninguna ayuda.
Mi padre quiere permanecer en su hogar el máximo tiempo posible. No entiendo que esta Navarra que presume de solidaria con todos abandone a las personas mayores que tanto han luchado y trabajado para que tengamos una vida mejor.