En los últimos años, cada vez más personas, especialmente jóvenes, optan por tener mascotas en lugar de hijos. Esta tendencia corresponde a varios factores, como la inseguridad económica, el costo de la crianza y la búsqueda de una vida equilibrada entre lo personal y lo profesional.

Las mascotas ofrecen compañía y afecto sin los compromisos que implica criar a un niño, lo que resulta más atractivo en el contexto actual. Además, las mascotas ofrecen una forma de llenar el vacío emocional y afectivo en la vida de muchas personas.

Esto nos lleva a hacernos preguntas como: ¿cómo afectará el descenso de la natalidad en las próximas décadas? ¿Estamos priorizando el bienestar personal a corto plazo sobre el futuro de nuestra comunidad?