Los efectos del turismo

El turismo masivo está transformando nuestras ciudades, hasta el punto de hacerlas irreconocibles. Los barrios tradicionales se están convirtiendo en zonas comerciales llenas de tiendas de souvenirs o súpers 24 horas que encontramos cada vez que giramos la calle. 

Otro caso son los residentes de toda la vida que se ven obligados a irse por el precio de los alquileres o simplemente, son expulsados. El turismo descontrolado ha hecho crecer el fenómeno de los pisos turísticos, y muchas instituciones y propietarios prefieren destinar estas viviendas a los turistas antes que a la gente local y de toda la vida con el fin de maximizar sus beneficios. 

Es urgente regular esta situación con políticas que limiten las viviendas turísticas y garanticen el acceso a la vivienda para las personas locales. Las ciudades tienen que ser lugares para vivir, no solo destinos para visitar.

Por cuya causa, encontramos también calles sucias, masificación de espacios por la popularidad de los turistas con los videos compartidos en redes sociales, imposibilidad de moverte con tranquilidad por tu propia ciudad e incluso, que te hablen inglés allá a donde vayas, puesto que los turistas son más que los locales. 

Hay que encontrar un equilibrio que permita acoger visitantes sin perder la esencia de las ciudades, preservando la identidad cultural y social.