Todos los días al dirigirme a mi trabajo habitual en la localidad de Murieta observo estupefacto la dejadez de funciones de la Confederación Hidrográfica del Ebro y de los ayuntamientos de Murieta y Abaigar, así como la de los funcionarios de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra.
Los restos de tala de choperas que hay en dichos términos a ambos lados del río acaban taponando el río y ocasionan grandes destrozos río abajo cuando hay grandes riadas.
¿Por qué no se les exige a estas empresas que realicen una explotación maderera de las choperas plantadas en las orillas del río Ega, por cierto, en zonas inundables que no respetan la distancia de margen que estipula la ley? ¿Por qué se les permite que los residuos o madera que no utilizan se dejen en montones en las orillas y se le prenda fuego? ¿Por qué no se les obligan a gestionarlos como al resto de empresas con diferentes actividades con sus residuos? ¿Por qué no les obligan a llevarlos a un punto, como al centro de Carcar, para tratarlos y transformarlos en compots, o a la central de ciclo combinado de Sangüesa para su quema?
¿Acaso la política medioambiental del Gobierno de Navarra no aboga por la corrección de estas malas prácticas permitidas por las diferentes administraciones y la reducción de impacto ambiental así como la utilización de los recursos naturales de manera correcta?