No pude despedirme de ti personalmente y lo hago a través de estas líneas. Decirte que hubo un gentío enorme en el cementerio y en San Lorenzo, estaba Joshepamunda -no podía faltar- estaba muy elegante, aunque triste con su crespón negro y se le escapó alguna lágrima. Los medios de comunicación han hablado mucho de ti pero se sabe muy poco de tu juventud en Iturrama. Si te parece, vamos a hablar de ello. Yo nací en Iturrama Nuevo y tú en Fuente del Hierro y en medio del camino entre tu casa y la mía estaba un icono del barrio: el estanco, taberna, ultramarinos, cafetería de Emeterio y de su hermana, la señora Agustina.
En la entonces carretera de Estella, al abrigo de la parroquia Corpus Cristi, se fundó el Club Aterbea y allí nos juntábamos los críos del barrio. Creamos un grupo de danzas y tú, que ibas un paso por delante, te empeñaste en hacer una pareja de gigantes junto con Flamarique, para pasearlos por las calles del barrio. También creamos un conjunto músico vocal Los nietos de la oveja que cantaba canciones protesta. También hacíamos de Reyes Magos. Más adelante, como mis hermanos eran del Bronce, nos hicimos socios de la Peña Osinaga, Amores, Echevo, Patxi Urtasun, tú y yo, ¡qué tiempos aquellos! ¿Recuerdas que en el año 1975 Los nietos de la oveja cantaron en Sanfermines en la peña del Bronce la canción 35 años de paz? Al día siguiente apareció la policía en la peña y casi nos la cierran.
Años más tarde te fuiste al Mutiko, pero tu corazón nunca dejó de ser broncista. Mas recientemente en el año 2010 organizamos junto a Zoroquiain, Ederra, Jabat y Jose Luis una comida para los antiguos vecinos del barrio y llegamos a juntar a 400 personas en el hotel Iruña Park, con misa con el padre Perea y campeonato de rana para recordar el estanco de Emeterio. Por cierto, te has ido dejando pendiente la partida de mus con Joaquín Ederra y Zoroquiain, excusa para hablar de la organización de otra comida de antiguos vecinos del barrio y del club Aterbea.
"El jefe siempre serás tú"
Decirte también que en el tanatorio me abracé con Arantxa llorando y ella, entre lágrimas, me dijo: Josico, quedas de jefe del comité de sabios del barrio, así es como nos define nuestro alcalde y amigo, Joseba Asiron. Le dije que renuncio a ese honor porque el jefe siempre serás tú, aunque no estés. Que sepas que has dejado colgado a Pipo con el libro aniversario de la peña. Siempre te decía yo que tenías que escribir un libro sobre Pamplona y sus gentes con todo el material que tienes recogido. Ha sido un honor para mí haber contado con tu amistad un orgullo ser tu amigo. Has de saber que dejas un enorme vacío a todos tus amigos. Gracias por todo lo que me has dado. Mari, Pamplona eres tú. Iruña zu zara. Un abrazo. Hasta siempre.
PD: Mari, este año, el 7 de julio a la mañana me faltarás tú, Armalios, el Tuli, Vigui... ¿con quién me voy a meter? Mándame un whatsapp.