Queríamos agradecer a las empresas y voluntariado navarro que participaron en el avituallamiento de las Javieradas. Somos veteranas en la marcha a Javier que todos los años el Arzobispado de nuestra diócesis nos convoca para rezar en unión con todos los navarros/as y visitantes. Un día inolvidable sin duda alguna. Queríamos agradecer a todas esas empresas navarras, junto a todos los voluntarios y voluntarias que siempre están en el camino, ofreciéndonos productos que nos ayudan en nuestra fuerte caminata y siempre nos sorprenden por su riqueza. El cuerpo lo agradece, este año, por ejemplo, unas peras inigualables y un yogur elaborado en Navarra, deleite para el paladar.

Pero tenemos un apunte para la organización, su nueva ubicación. Está muy cerca de la salida de muchos peregrinos, el frío para pararte allí es una dificultad y en plena cuesta una incomodidad.

Siempre se ponían en la rotonda de la Venta Judas. Es un sentir del peregrino, allí estaban mucho mejor. La peregrinación lleva ya kilómetros recorridos y el alimento es más necesario que en el otro punto. Queda ya poco para el final y se agradece mucho más en este lugar, el aporte calórico es más necesario. Esperamos que lo tomen en cuenta. Pero insistimos, gracias a la generosidad del voluntariado y las empresas.

¡Navarra siempre p’alante!