Corrupción y corruptores

Como bien decía Miguel Ángel Revilla, el sábado pasado, en el programa Xplica de La Sexta, hay gente corrupta y las empresas se lucran de la corrupción de los corruptos, aprovechándose de los que tienen poder para adjudicarse obras que de otra forma no conseguirían de forma legal.

Como dice Maite Pérez Larumbe, la gente que trabaja ve cosas, pero no se atreve a denunciarlas por miedo. Todos nos acordamos del caso del alcalde de Ponferrada, la persona que denunció sus desmanes se tuvo que ir del pueblo, vilipendiada y rechazada por los vecinos, era el poder del alcalde, contra ella, una pobre empleada. 

Como dice Maite Pérez Larumbe, si preguntas a la gente, mucha te dice que haría lo mismo por dinero. Yo denuncié a mi jefe en los años 70, yo llevaba la contabilidad y la caja, y claramente se pegaba comilonas y desaparecía dinero. Fui arropada por mis compañeras, una de ellas era cuñada del corrupto, que trabajaba en en una empresa privada. 

Años después, en un campamento, oí a gente que decía que si pudieran, hubieran hecho lo mismo que Urralburu u Otano. A mí me sentaba fatal oír aquello, después de lo que tuve que pasar, tenía sólo veinte años, me habían educado para ser honrada. Parece que en la administración han sacado una ley que protege a los que denuncian actos ilícitos y está muy bien porque pasan muchas cosas. 

De todas formas, la corrupción en el Estado español es muy frecuente, incluso entre la gente normal. No hace falta ser político, ni tener poder. En el día a día, es muy frecuente.