Los primeros, el Teléfono de la Esperanza, con voces anónimas que sin importar la hora y festividad del día, te acogen como si te conocieran y con sus dotes de comunicación y conversación hacen que la barca (el sentido de tu vida), vuelva a tomar rumbo a tu destino.

¿He hecho uso de este servicio? ¡Sí! Y ni me avergüenzo ni me arrepiento.

Hay momenticos en que sólo ves un pozo oscuro y profundo pero, ¡ah! Qué bueno es encontrarte con personas capaces de ayudar y entenderte. No es fácil. Lo hacen de forma voluntaria y sin lucrarse. Gracias a todxs.

A mí querida Enfermería de Consejo Sanitario. Quiero agradecer a este servicio, y antes de una jubilación merecida, las múltiples veces que he hecho un mal uso del servicio, pidiendo perdón por eso mismo. Creo que me ha quedado claro que es un servicio de urgencias, jejeje. 

Me han ayudado con dudas farmacológicas, terapéuticas y de otro índole. Me han quitado preocupaciones y, cuando he tenido que acudir al médico, también me lo han dicho. 

Tenéis paciencia, profesionalidad y es vocacional. La mayoría de las veces me habéis aportado calidad en la salud, generosidad y en el trato ha habido empatía y asertividad.

Espero que lxs pacientes también os hayamos dado algo positivo que recordar. Gracias a todxs.

Para finalizar, un agradecimiento general a lxs cañerxs de lxs profesionales de la salud y administrativxs.