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Lezkairu: ingresos millonarios, pero sin plazas de 0 a 3 años

Lezkairu: ingresos millonarios, pero sin plazas de 0 a 3 añosARCHIVO

El barrio de Lezkairu, uno de los más jóvenes y en crecimiento de Pamplona, se encuentra ante una situación difícil de justificar: la falta de plazas suficientes de 0 a 3 años para cubrir la demanda de las familias. Mientras tanto, el Ayuntamiento ha ingresado cerca de 20 millones de euros con la venta de parcelas municipales en pleno corazón del barrio, lo que pone de relieve un contraste evidente entre los recursos disponibles y las necesidades no atendidas.

La carencia de escuelas infantiles no es un problema menor. Afecta a la conciliación de cientos de familias, limita el acceso a un recurso educativo fundamental y deja en evidencia la escasa planificación municipal. Más grave aún es que, frente a este déficit, el Ayuntamiento no haya planteado alternativas provisionales que permitan aliviar la situación. Otros consistorios cercanos, como el de Mutilva, han recurrido a soluciones flexibles, habilitando locales y bajeras para cubrir temporalmente la demanda mientras se avanzaba en la construcción de infraestructuras definitivas.

En Lezkairu, en cambio, la inacción ha sido la respuesta. Con el prometido proyecto del civivox aún sin iniciar y sin propuestas para dar respuesta inmediata a la falta de plazas de 0 a 3, el mensaje que recibe la ciudadanía es preocupante: se priorizan los ingresos por operaciones urbanísticas antes que las necesidades básicas de los vecinos.

La responsabilidad de un Ayuntamiento no puede limitarse a cuadrar las cuentas. Debe traducirse en servicios que garanticen calidad de vida, cohesión social y apoyo a las familias. En un barrio con alta natalidad y crecimiento demográfico, no garantizar plazas de 0 a 3 años es un fallo de planificación y de compromiso político.

La ciudadanía de Lezkairu merece más. Merece un ayuntamiento que escuche, que actúe con previsión y que busque soluciones creativas para no dejar a las familias en una situación insostenible. La falta de respuesta en este asunto no es solo una carencia puntual: es un síntoma de inacción y de falta de responsabilidad institucional.

*El autor es presidente de la Asociación Vecinal de Lezkairu