Hermana madre tierra para Francisco de Asís. Ama Lur en Navarra. Ha tenido que venir D. Florencio para que en la Iglesia navarra haya una delegación de ecología. Jerarcas anteriores, clérigos actuales y la inmensa mayoría de la comunidad cristiana navarra pasan de ecología. En abierta rebeldía al sentir de Francisco y a su profética y tierna encíclica: Laudato Si. Más de 30 años hace que Casaldáliga y los teólogos de la liberación clamaban contra la explotación de los recursos naturales, el extractivismo salvaje, el capitalismo depredador y la condena a muerte de miles de comunidades indígenas y pobres de solemnidad. Fueron proscritos por el Vaticano. Francesco, el Papa de los pobres, recogió su herencia y nos dejó su enorme legado ecológico. Corre el riesgo de desaparecer. Ama Lur, no obstante, se vengará y nos matará. Poco se sabe de esa delegación de ecología. Oraciones, paseos ecológicos, charlas sobre consumo textil responsable, incipiente concienciación… Tendrá que ir tomando cuerpo y denunciar las acciones antinaturales que se están llevando a cabo en Navarra y el sistema económico que las sustenta. Erdiz en Baztán, Mina Muga en Sangüesa, la macrogranja de Caparroso, la gestión hídrica en Navarra, el proyecto anexo a Urbasa-Andía, la ganadería intensiva, la agricultura ecológica, la afección ambiental del TAV son asuntos sobre los que deberá posicionarse la delegación de ecología. En vez de montar chiringuitos aparte desde su torre de marfil, sería mejor que los cristianos navarros se integrasen en colectivos ecológicos, sociales y ambientales venerables en la Comunidad Foral. Hace décadas que llevan funcionando. La Iglesia llega muy tarde (todavía no ha llegado). Y si no es por Francisco, estaría en las cavernas. La delegación diocesana de ecología deberá integra el euskera como eje axial de su ser. Bilingüismo en todos los niveles, empezando por el Evangelio. Los euskaldunes conforman las entrañas de Ama Lur. Ecología integral fue el llamado del Papa Francisco. 

Loado seas por toda criatura, mi Señor.