Vivo las cosas así
Hace unos años fui a una exposición sobre la Revolución Francesa y vi un cuadro que me removió por dentro. Era de una mujer amamantando a varios bebés, y con solo mirarlo se me erizó todo el cuerpo, sentí que algo me recorría la espalda y la tripa, y de repente me puse a llorar. Fue como si de verdad estuviera allí con ella, en ese momento, en esa situación. Después descubrí que esa mujer no era la madre de esos niños, sino una de tantas mujeres que se dedicaban a dar el pecho a los bebés de otras madres que no tenían leche por estar desnutridas en plena hambruna.
Vivo las cosas así, ya sea una pintura, una tarde con un amigo, una antigua canción de Estopa, una caricia en un lunar... Se genera un vínculo en el que hay magia, en el que siento una conexión genuina y profunda gratitud, en el que suceden cosas hermosas. Me resultaría forzado no vivirlo de esta manera, aparece de forma natural. No sé si esto es bueno o malo, solo sé que es así. A veces me hace conectar con cosas dolorosas, pero incluso en esas ocasiones me hace conectar con mi yo auténtico. Puede que sea más difícil vivir de esta forma, pero es mi forma de estar vivo.