En septiembre del año 2024 a mi hijo junto con otra socia le ofrecieron tomar la gerencia de un bar en el que ya trabajaba los fines de semana mientras estudiaba.

Yo, como madre, no lo veía muy claro pero él se creía capaz y quería probar. Así que se metió en el lío de hacerse autónomo y llevar una pequeña empresa. Se trata de un bar restaurante que abre desde la mañana, dan comidas y cenas, además de horario nocturno los fines de semana. El negocio va bien, tiene clientela fiel y además acuden muchos turistas así como peregrinos. Tienen varios empleados a su cargo, así que hay que trabajar duro para sacar un sueldo digno para todos.

Cuál es nuestra sorpresa cuando el Gobierno de Navarra les reclama la subvención por covid que la empresa recibió en el año 2021.

Primero, no entiendo cómo si el Gobierno de Navarra concede unas subvenciones en su momento por las circunstancias que vivimos en la pandemia de cierres de locales y con el objetivo de ayudar a que las empresas pagaran a proveedores y sueldos, ahora, por no sé qué cambio de leyes, reclamen dichas subvenciones. Parece ser que los hosteleros están pagando sin rechistar.

Segundo, tampoco entiendo cómo siendo que mi hijo y su socia no eran en esos momentos los gerentes de la empresa se lo reclamen a ellos.

Son 17.000 euros más intereses que deben abonar si quieren seguir adelante con el negocio. Una de las opciones era acudir al concurso de acreedores, es decir, cerrar su medio de vida y dejar en la calle a sus trabajadores no pagando a proveedores.

Después de pensarlo bien, han decidido pagar la deuda. Van a trabajar para ir devolviendo algo de lo que no se beneficiaron. Yo me pregunto, ¿así es como el Gobierno de Navarra apoya a jóvenes emprendedores que se animan a mantener abiertos los negocios locales que contribuyen a dar vida a nuestros pueblos y ciudades?

*Madre de joven hostelero