Tras lo poquito (pero suficiente) que hemos ido conociendo sobre las memorias de Juan Carlos de Borbón, publicadas con el poco afortunado título de Reconciliación, propongo reconvertir el adjetivo “emérito” que se le aplica desde su abdicación, por aquel de “emético” (“vomitivo”, según el diccionario de la Real Academia Española).
Desconozco quién haya podido otorgar el imprimatur a según qué despropósitos narrados. Imagino que en ningún caso Casa Real, pues muy flaco favor le hace a la Corona y mucho menos al Estado (esto imagino que le importará bastante menos) del que ha ostentado (y detentado entre el 22 de noviembre de 1975 hasta el 29 -no el 6- de diciembre de 1978) la jefatura, hasta su renuncia en junio de 2014.
Lo democráticamente obsceno de ciertos episodios permite imaginar por qué se ha publicado antes en Francia que en España: quizá una casposa referencia a los tiempos en que había que cruzar la frontera para acceder a según qué pudendos contenidos.
src="https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/statics/js/indexacion_Trebe.js">