31, nuevo número de la mala suerte
Toda la vida he oído que el 13 es el número de la mala suerte pero la maternidad me ha hecho darme cuenta de que en realidad, para muchos bebés (sobre todo, los nacidos prematuramente o enfermos) el número de la mala suerte es el 31.¿Y por qué digo esto? ¿Tengo dislexia y doy la vuelta a los números? No, señores, no es el caso. El 31 es el número que indica el código postal de nuestra comunidad autónoma, Navarra.
Sólo por el hecho de nacer aquí, nuestros bebés ya tienen mala suerte. Mala suerte porque Navarra es la única comunidad en la que los bebés no tienen acceso a leche materna donada si la necesitan, la única que ni tiene banco de leche ni ningún convenio con otro banco de otra comunidad que pueda proteger a sus bebés. Cuando un bebé nace enfermo o prematuro, la leche materna es una medicina más, puede marcar la diferencia entre vivir o morir y hay veces que, por lo que sea, sus madres no pueden proporcionarsela. Si ese bebé pertenece a otro código postal que no empiece por 31, los pediatras recetaran leche materna donada, aquí su única opción es la leche artificial.
Hace más de un año que el Parlamento de Navarra aprobó la creación de nuestro ansiado banco de leche pero por el momento ni está ni hay dotación presupuestaria para para ello y me pregunto, ¿por qué? ¿A qué están esperando? ¿No les importarán a los parlamentarios los ciudadanos más vulnerables como los bebés prematuros y enfermos? ¿No hay que proteger la infancia?
Todo fueron buenas palabras cuando Amagintza, grupo de apoyo a la lactancia y maternidad de Navarra, fuimos a la comisión de salud que trató el tema de la creación del banco de leche. Todos los grupos políticos lo apoyaron sin duda alguna y mira que esto ocurre pocas veces. Pero las palabras no alimentan, no curan, no protegen, no alejan la mala suerte de tener el 31 como código postal. Señores del Gobierno, actúen ya, no dejen a su suerte a los bebés navarros.
Vocal de la Junta de Amagintza*