Pamplona no tiene precio
dicen que Pamplona vale 630,9 millones de euros. Ésa es la cifra a la que asciende el último inventario, aprobado este pasado verano, y en el que se pone precio al patrimonio del Ayuntamiento de la ciudad.
Los valores más importantes son las construcciones, que suman un total de 240 millones; después vendrían las infraestructuras (viales, parques, jardines, aparcamientos?), que ascienden a 210 millones; los terrenos vendrían a costar unos 129 millones; y después vemos ya menudencias, como vehículos (3 m.), semáforos (1 m.), pinturas (2 m.) o esculturas (1 m.).
La verdad es que da un poco de vértigo pensar que el actor Hugh Laurie se podría comprar todos los semáforos de Pamplona, o todas las esculturas de la ciudad, con lo que gana en cuatro capítulos de la serie House. De la misma manera, Will Smith, el que fuera "príncipe de Bel Air", podría adquirir teóricamente todos los edificios culturales y la galería de servicios con su sueldo anual de 53 millones de euros. Y las actrices Reese Witherspoon, Angelina Jolie o Cameron Diaz podrían hacerse con todas las oficinas municipales por lo que cobran por cada película.
Y siguiendo con comparaciones odiosas vemos que el dueño de Zara, Amancio Ortega, décima fortuna mundial según la revista Forbes, podría obtener 20 Pamplonas con su fortuna de 12.000 millones de euros, y Bill Gates, el rico más rico de los ricos, podría comprarse hasta 46.
Por otra parte, si reparamos en los presupuestos municipales de este año, prácticamente 300 millones de euros, vemos, por ejemplo, que el futbolista Ricardo Kaka del Madrid podría organizarse 3 sanfermines con los 9 millones de euros de su sueldo anual, y que lo que gasta el consistorio en la promoción de actividades culturales en euskera -perdón, vascuence- no son más que 419.000 euros, o lo que es lo mismo, lo que ganan dos de las mujeres desesperadas en cada episodio de la exitosa serie televisiva. Esto sí que resulta desesperante en una ciudad que aspira a ser Capital Europea de la Cultura ¿no les parece?