Panorama oscuro como la cuarcita gris de Zimbabue
El otro día una amiga, miembro de un grupo de teatro, me comentaba que su próxima actuación está contratada para mediados de agosto. No sé, pero pronto me la veo de cajera en algún sitio. La crisis está pegando fuerte, pero lo que más daño hace son los mazazos de los que deciden a dónde van los dineros.
Está claro que la política del Gobierno de Navarra es apoyar las grandes infraestructuras materiales como el Baluarte, las casas de cultura o aquel auditorio de Javier -¿Lo recuerdan? ¿Para qué se utiliza ahora?-. Su objetivo parece que sea, sin embargo, apoyar con tanta ilusión la parte inmaterial, el trabajo creador. Un claro ejemplo de este modo de actuar es lo que escuchamos la pasada semana en el Parlamento. Juan Ramón Corpas acudió para dar explicaciones sobre un nuevo programa de jóvenes artistas navarros concebido para la Sala de Cámara de Baluarte. Para esta actuación se destinaron 100.000 euros. Se han contratado 10 grupos, a cada uno de los cuales se les pagará 1.000 euros. No. No nos hemos comido ningún cero. La cuestión es que a los artistas se les pagará en total 10.000 euros y los otros 90.000 se dedicarán a publicidad (25.000 euros, 2.500 para publicitar cada actuación), otros 21.300 euros serán para el alquiler de la sala de Baluarte, 16.000 euros para los técnicos de sonido e iluminación, 7.500 para gastos de gestión, 3.000 para la SGAE y 13.600 del IVA, con "un colchón restante de 3.500 euros por si hubiera algún desvío", según apuntó el consejero. Está claro que en todo esto quien más gana es el Baluarte, que recibe así una subvención indirecta para pagar alguno de sus abundantes agujeros.
El panorama es desolador. Se eliminan programaciones culturales, se les recorta a los ayuntamientos y a las asociaciones su capacidad de contratación? el resultado es que la oferta cultural se va degradando. La calidad cae en picado y aquí perdemos todos, porque cada concierto, cada obra de teatro o de danza que se quita del cartel es una oportunidad menos que tenemos para enriquecernos como personas.